La homeopatía es la medicina que trata las enfermedades con medicamentos en bajas concentraciones capaces de provocar la reacción curativa del propio organismo de un modo rápido y eficaz, según la llamada “ley de similitud“. que afirma que lo semejante se cura con lo semejante, es decir que toda substancia capaz de producir unos síntomas determinados en el hombre sano, también es capaz de curarlos en el enfermo que los presenta.
Por este motivo, en homeopatía, para tratar a un enfermo se debe hallar el/los medicamentos que producen síntomas similares a los que presenta, con el objetivo de promover una reacción de nuestro organismo
que los haga desaparecer.
Tomemos
como ejemplo algo tan cotidiano como una salpicadura de aceite mientras
cocinamos. Sabemos que si ponemos la zona quemada en agua fría, inicialmente el
dolor mejora pero después aumenta y
aparecen las conocidas ampollas. Pero, ¿Qué sucedería si aplicáramos el principio
de similitud y la pusiéramos en agua caliente?, pues lo que sucede es que inicialmente el dolor aumenta, pero luego
disminuye así como la aparición de las ampollas.
Los inicios de la homeopatía se remontan al siglo IV A.C. con Hipócrates (padre de la medicina) que consideraba a la naturaleza el médico
de las enfermedades, y la importancia de la
respuesta del organismo para su curación, pero esta afirmación
no fue desarrollada como un método terapéutico hasta 1790 cuando el
médico alemán Samuel Hahnemann descubrió la forma de preparar y aplicar
los medicamentos homeopáticos.